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“Maestro”
“La función de la educación es enseñar a pensar intensa y críticamente. Formar inteligencia y carácter, esa es la meta de la verdadera educación”. Martin Luther King, Jr.

Amable auditorio de Telemedios.mx, es muy grato escribir nuevamente para ustedes y ahora tomando como motivo de esta columna la labor de aquellos que nos desenvolvemos día a día en las aulas, impulsados por nuestros trabajos y vocación para formar a las futuras generaciones: los docentes.

Hacia el año de 1917, como una propuesta del Honorable Congreso de la Unión de nuestro país, se planteó celebrar cada 15 de mayo como el “Día del maestro”. Esta idea fue aceptada y aprobada por el aquel entonces presidente Venustiano Carranza, en la que se reconocía la importancia del esfuerzo, entrega y dedicación de los docentes, cuya misión era guiar a sus alumnos por el mundo del conocimiento y aprendizaje.

Por muchos años, el trabajo de los profesores fue admirado por propios y extraños, además de ser de una de las profesiones que mayor respeto infundía entre los miembros de la sociedad. La figura de autoridad del maestro sólo se encontraba un escaño por debajo de la imagen paterna, e incluso su jerarquía podía ser igualada con la de un miembro de la iglesia católica.
           
            Sin embargo, con el paso de los años y con el surgimiento de la disidencia magisterial, entre otras, esta imagen del docente en nuestra nación se ha ido poco a poco deteriorando; menospreciando el trabajo que se realiza en las escuelas y poniendo en tela de juicio, en algunos casos, la ética, desempeño y formación de algunos compañeros docentes.

            Ahora al maestro se le adjetiva de todo menos de lo que es: la persona encargada de formar a los miembros de nuestra sociedad. Esto se lo debemos en gran medida a que estamos inmersos en un momento en el que los miembros de nuestra sociedad a cualquier grupo social se le estigma por las acciones de unos cuantos. Así como en México ser político es sinónimo de corrupción; de igual modo pasa con el maestro, quien ahora es visto como un personaje flojo y revoltoso.

            No obstante, para vislumbrar mejor cuál es el papel primordial del educador hoy en día, es importante recalcar algunas cuestiones de los miembros de la tríada que conforman actualmente el papel de la educación en nuestro país, desde el particular punto de vista de quien escribe estas líneas.
           
Padres de familia: Recuerden señores que la labor principal de los profesores de sus hijos es formarlos de forma académica; no dejen su responsabilidad de hacer un hombre o una mujer de bien en manos solamente del maestro, pues si bien el docente pasa una buena parte del día con los estudiantes, es tu deber inculcarle valores a tu hijo para hacer de él un buen ciudadano, no dejes en manos de alguien más lo que a ti por derecho natural te corresponde.

Estudiantes: Tengan en cuenta que la mayor parte de sus maestros hacen a un lado a sus familias para estar al pendiente de ustedes, consideren que los regaños y las llamadas de atención son siempre buscando su bienestar y tienen la finalidad de hacer de ustedes personas comprometidas en todo lo que emprendan; nuestra pasión y nuestro motor diario son ustedes.

Maestros: Valoren y dignifiquen su trabajo, hagan que día a día sus alumnos gocen con lo que ustedes comparten con ellos en las aulas, denles las herramientas para ser personas críticas, analíticas y con una inmensa hambre de conocer y saber cada día más para poder enfrentar mejor el futuro que les espera; para ello no hay nada como la preparación constante y el escuchar a los colegas que más experiencia tienen, de ese modo su trabajo cada día será mejor y más enriquecedor.

Y aunque ya hayan pasado algunos días, nunca está demás reconocer y felicitar a mis colegas y a quienes fueron en su momento mis maestros, a ustedes mi más profundo agradecimiento y admiración, pues sin su esfuerzo y dedicación no seríamos nada.

AUTOR: Profr. Julio César Sánchez Carvajal