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EL BURLA-DERO


“Juntos debemos hacer historia”

“No se debe premiar a quien sirve a la patria, sino castigar a quien se sirve de ella” Josefa Ortiz de Domínguez.

Ya ha pasado una semana, queridos lectores de Telemedios.mx, desde la contundente victoria de Andrés Manuel López Obrador y su partido MORENA en nuestro país. Nunca antes en la historia moderna de México se había visto tal participación por parte de la ciudadanía en unas elecciones a nivel nacional, y ello es motivo de análisis y reflexión.

Es cierto que de los cuatro candidatos que quedaron en la recta final de la elección, López Obrador es quien tuvo más polarizada a la sociedad durante toda la campaña. También es cierto, y es preciso puntualizar, que dicho candidato a pesar de tener 3 elecciones que lo respaldaban como experiencia, fue considerado por muchos expertos como el menos preparado “académicamente” para el mayor cargo de elección popular en nuestro país. Pero ¿qué fue lo que hizo que Andrés Manuel lograra ser el presidente electo más votado de la historia con más de 30 millones de votos, equivalente al 53.18% de los sufragios emitidos el pasado 02 de julio?

Independientemente de que estamos en una era de comunicaciones y redes sociales, la gente hizo oídos sordos a la guerra sucia desatada hacia López Obrador; de nada sirvieron la lluvia de spots y mensajes en medios masivos de comunicación e internet mostrando los matices más oscuros del tabasqueño. El voto de la gente, me quedó claro, no fue hacia una figura percibida por algunos como un adalid, sino fue un voto duro y de castigo hacia los dos partidos que han gobernado en los últimos dieciocho años.

Parece que la campaña contra Andrés Manuel, lejos de bajarlo en las encuestas, lo fue catapultando cada vez más. Y por el contrario, el sentir social era cada día más de escozor contra el partido acción nacional y sobre todo contra el partido en el poder, el PRI, quien sufrió la peor de las derrotas de su historia.

Ahora bien, a 7 días de que López Obrador ganara de forma avasalladora la presidencia de la república; nuevamente podemos leer mensajes polarizados por parte de los seguidores del presidente electo y de sus detractores, quienes ahora se autonombran como los vigilantes más férreos y los críticos más incisivos de su gobierno, el cual aún sin iniciar ya es criticado a través de diversas cuentas de redes sociales.

El presidente electo tiene frente a él una tarea muy difícil por resolver, tratar de reconstruir a un país golpeado y dañado por la corrupción, la pobreza, la inseguridad, la desigualdad social, el desempleo y la falta de oportunidades de crecimiento social. En este sentido, si creemos que los gobiernos de Calderón y Peña Nieto estuvieron estrictamente vigilados, el de Andrés Manuel lo estará aún más y las exigencias empiezan a manifestarse.

Si bien es cierto que el papel prioritario del presidente de la república, sea cual sea el color de su partido, es velar por el bienestar de su nación; también es cierto que, como parte de esta sociedad, nos toca poner nuestro granito de arena con nuestro trabajo, con nuestra responsabilidad y con nuestra participación ciudadana en nuestras tareas que hagan de nuestro México un mejor país.


La mesa está servida, y a diferencia del anterior gobierno de transición, Andrés Manuel López Obrador cuenta con una amplia mayoría en el congreso que le deberá facilitar y permitir cumplir con sus promesas de campaña. Y a nosotros como ciudadanos lo que nos resta hacer no es fungir sólo como jueces, sino como miembros activos de una sociedad, trabajando desde nuestra trinchera para que junto con los protagonistas de esta nueva era que se vislumbra hagamos verdaderamente historia. ¡Hasta la próxima!


AUTOR: Profr. Julio César Sánchez Carvajal.