TLAXCALA

[Gobierno][slideshow]

MUNICIPIOS

[Municipios][slideshow]

POLICÍA Y NOTA ROJA

[Policía y nota roja][slideshow]

SALUD

[Covid-19][slideshow]

BONOS VERDES PARA RESCATAR LA MALINCHE


Hace unos días subí al volcán La Malinche para constatar la desgracia que nos aqueja: miles de árboles muertos víctimas del mal llamado gusano descortezador. En realidad, no se trata de un gusano, sino de un escarabajo. Entonces debemos referirnos a esta plaga como el escarabajo descortezador. Quedé atónito ante la magnitud del problema. La de las faldas azules será la de las faldas cafés si no actuamos con velocidad. No es menor la amenaza de perder nuestro principal proveedor de servicios ambientales. El responsable es el cambio climático generado por nosotros. 1

Este insecto habita naturalmente en los bosques alrededor del mundo, y en una situación normal es clave para mantener el equilibrio de los ecosistemas; pero el cambio climático habría alterado su ciclo natural. Además, las sequias prolongadas, los incendios forestales y el aumento de la temperatura hizo que los árboles sean más vulnerables, lo cual genera un ciclo vicioso, pues pinos con estrés hídrico son los idóneos para que este escarabajo los comience a dañar; al morir miles de árboles las lluvias disminuyen y en consecuencia las temperaturas aumentan, por lo que el escarabajo descortezador que antes se reproducía 1 vez al año, ahora se reproduce 2. Y así sucesivamente. 2

Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura calculó que, en menos de 4 años, los escarabajos descortezadores acabaron con 90,000 hectáreas de bosques3 de Centroamérica. El parque nacional La Malinche se asienta en los estados de Tlaxcala y Puebla, a lo largo de 16 municipios en el Eje neovolcánico transversal. Tiene 46,112 hectáreas de extensión.4

Estos insectos se reproducen exponencialmente, por lo que urge que actuemos y detengamos esta calamidad. Cada día que pasa se reproducen más y más escarabajos descortezadores, cada día que pasa mueren y mueren más árboles.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) señala: “Durante siglos, la humanidad no supo aquilatar la vasta gama de servicios ambientales gratuitos que brinda la naturaleza. Por fortuna, esa perspectiva se ha modificado al ser testigos presenciales del quebranto de los ecosistemas y su consecuente repercusión en la salud, en la merma en la calidad del agua y de los alimentos; la pérdida de belleza paisajística, el agotamiento de los recursos naturales y los embates de los fenómenos hidrometeorológicos, entre otros. 

Hoy, no solo la comunidad científica, sino cada vez más el hombre común aprecia la generosidad de esos servicios ecosistémicos a los que debemos la mejora en la calidad gaseosa de la atmósfera, que a su vez participa en la regulación del clima; el mejoramiento de la calidad del agua, el control de los ciclos hidrológicos y la reducción de las inundaciones y sequías”.5

Los servicios ambientales que la Matlalcuéyetl nos brinda son inconmensurables. Aun así, sabiendo su invaluable aportación a la región, los esfuerzos para aminorar el daño que el escarabajo descortezador genera han sido insuficientes, tardíos y muy limitados. No estoy diciendo que no se ha hecho nada. Al contrario. Muchas gracias a todos los que están trabajando con ahínco para tratar de erradicar y controlar al gusano descortezador. Sin embargo, es necesario también echar mano de la experiencia de personas y gobiernos de otros estados y países.6

Esta plaga acabó con el 75% de los bosques de la Columbia Británica en Canadá.7 Ha afectado los bosques de Coahuila8 y acabó con vastas áreas de los bosques de California9, entre muchos otros.

Hay que encontrar un modelo financiero que permita el saneamiento a gran escala, pues el tamaño del problema va a requerir millones de pesos. El dinero no debe ser el problema. Aprendamos a ver oportunidades en vez de problemas; con apoyo de la Secretaría de Hacienda, el gobierno del estado de Tlaxcala puede emitir un Bono Verde en el mercado de valores. Es más, entre el gobierno de Tlaxcala y el gobierno de Puebla sería aún más fácil lograrlo, pues es un tema que corresponde, entre muchos otros, a la denominada Zona Metropolitana Tlaxcala-Puebla.10

La Asociación Internacional de Mercados de Capitales señala: “Los Bonos Verdes son cualquier tipo de bono en el que los fondos se aplicarán exclusivamente para financiar o re-financiar, en parte o en su totalidad, Proyectos Verdes elegibles, ya sean nuevos y/o existentes y que estén alineados con los cuatro componentes principales de los Principios de los Bonos Verdes (1. Uso de los Fondos; 2. Proceso de Evaluación y Selección de Proyectos; 3. Gestión de los Fondos; 4. Informes). Una de las categorías eligibles de Proyectos Verdes es la siguiente: Gestión sostenible de los recursos naturales y el uso de la tierra (incluida la agricultura sostenible, la cría de animales sostenible, los aportes agrícolas inteligentes para el clima como la protección biológica de los cultivos o el riego por goteo, la pesca y la acuicultura; la actividad forestal sostenible, incluyendo la forestación o reforestación y la conservación o restauración de paisajes naturales…)”11

La Plataforma Mexicana de Carbono lleva un registro de todos los bonos verdes que se han emitido en México.12 En 2016, NAFIN emitió el primer bono verde por $500 millones de dólares.13 Hasta el momento el único estado de la república que ha emitido bonos verdes en el mercado de valores es la Ciudad de México; lleva en total 3 emisiones por más de $4,100 millones de pesos.14 La SHCP también emitió un bono verde el año pasado por $750 millones de euros.15

En resumen, hay mucho que aprender de otros que han padecido esta plaga. Urge que se convoque a una gran mesa de diálogo nacional e internacional donde se intercambien experiencias, se elabore un gran proyecto para la gestión de esta plaga, la reforestación y la preservación sin precedentes, se emita el bono verde correspondiente y comiencen las acciones a gran escala. Será fundamental un esfuerzo coordinado de todos los niveles de gobierno. Con el apoyo de la CONACYT, SAGARPA, PROFEPA, CONAFOR, CONABIO y la Estación Científica La Malinche, podremos utilizar tecnologías i-Tree16 y LiDAR17, entre otras18, con las que generaríamos un inventario vanguardista del arbolado del Parque Nacional La Malinche. 

La iniciativa privada, organismos globales y la cooperación internacional no estarán ajenos a este esfuerzo. Se requiere un gran liderazgo y mucha visión para concretar algo de esta magnitud, pero es 100% viable y deseable. Entonces, ¿hasta cuándo esperaremos para emitir un bono verde que rescate a nuestro volcán, el principal proveedor de servicios naturales? ¿esperaremos a que se mueran todos los árboles de la Matlalcuéyetl para comenzar a actuar? 

Este tema es de vida o muerte. Actuemos con altura de miras y no escatimemos en esfuerzos para lograr la emisión del primer bono verde tlaxcalteca y sentar un precedente positivo en toda Latinoamérica. Ya no hay más tiempo que perder.