LA NUEVA REFINERÍA, UN TRIUNFO PARA MÉXICO
Rafael Salas Vázquez
Contundente y patriótica ha sido la política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador. Después de décadas de abandono, PEMEX retoma el rumbo con la adquisición de la totalidad de la refinería Deer Park en Texas, con lo que se demuestra astucia y estrategias no vistas en mucho tiempo.
Contrario al ridículo proyecto de refinería de Felipe Calderón en Tula, Hidalgo, aquí la Cuarta Transformación sí dio un gran paso hacia adelante. Recordemos que Calderónprometió una refinería y sólo construyó una onerosa barda; nada más y nada menos la dichosa barda costó $620 millones de dólares. Fue tan estrepitoso el fracaso de la “refinería” de Calderón que fuimos burla a nivel mundial, en cambio con López Obrador a nivel mundial se ha puesto en alto el nombre de México y de PEMEX.
No era para menos, pues AMLO siempre postuló que los gobiernos neoliberales del PRIAN habían apostado a una política entreguista y corrupta en la que se enviaba al extranjero barriles de petróleo y se le regresaba a México gasolina y otros productos. Era tan ridículo como producir naranjas y comprar jugo de naranja. Bueno, pues detrás de ese absurdo modelo se encontraban enquistados siniestros vendepatrias que lucraron por décadas con los recursos naturales de nuestro país.
Estos nefastos personajes, odian con todo su ser a AMLO porque les está quitando su lucrativo negocio. Se les cayó el negocio no hay forma de saciarlos, por lo que han emprendido un golpeteo mediático con la intención de sembrar confusión entre la población. Dicen que AMLO odia el medio ambiente porque hizo una nueva refinería en plena crisis climática mundial, pero omiten decir que el propio Acuerdo de Paris del cual México es parte, señala con claridad que la transición hacia energías de origen no fósil o renovables deberá ser escalonada, es decir, de la noche a la mañana México no va a dejar de consumir productos petroquímicos, es más bien un proceso.
La oposición quiere confundir a los mexicanos con el tema de sustentabilidad, pero todos sabemos que en realidad, lo que les arde, es que AMLO defienda a capa y espada la soberanía energética sin permitirles hacer jugosos negocios al amparo del poder público.
El renovado espíritu en PEMEX es una prueba de la verdadera vocación de AMLO y la 4T donde el pueblo mexicano debe ser el principal beneficiado y no una minoría rapaz.
Con esta refinería y con la de Dos Bocas, México retoma el rumbo hacia la autosuficiencia energética, lo cual es símbolo de soberanía nacional. AMLO está demostrando que, sin corrupción ni deuda, y sin crear nuevos impuestos, sí es posible avanzar, prosperar y ser independientes. Además, lo está haciendo en medio de la peor crisis económica causada por la peor pandemia de todos los tiempos.
Es sorprendente el espíritu incansable y patriótico de AMLO. México no será la burla de ninguna nación o gobierno extranjero, pues mientras mantengamos presentes los ideales de los grandes personajes que forjaron la nación mexicana, nada ni nadie nos detendrá.
Orgullosos debemos estar por este gran triunfo y, además, seguros y contentos por tener un presidente visionario y que ha demostrado liderazgo global en este tipo de negociaciones, ya que en noviembre del año pasado el gobierno de Estados Unidos autorizó la compra de la refinería Deer Park, por lo que no fue casualidad que hace unos días la propia Secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, haya venido a México a concretar esta transacción.
O sea, este movimiento no fue cualquier cosa. Fue un tema geopolítico de gran envergadura y que se acordó con la disposición y diálogo al más alto nivel. AMLO con esto, también demuestra otra vez un gran liderazgo global, pues recordemos que hace no mucho, cuando fue a la sede de la ONU a presidir el Comité de Seguridad, dejó boquiabiertos a los líderes mundiales cuando cientos de paisanos abarrotaron las calles de Nueva York en un genuino gesto de cariño y apoyo hacia el presidente López Obrador. Lo mismo cuando AMLO estuvo en Washington; es decir, la legitimidad y el aprecio que AMLO se ha ganado ante el pueblo mexicano también está rindiendo frutos más allá de nuestras fronteras.
No cabe duda que estamos viviendo un momento histórico, qué alegría. Precisamente por eso, vale la pena reflexionar sobre el papel que todos jugamos, pues de todos depende que este movimiento no se detenga, sino que crezca, se consolide y se fortalezca. Viva México.