DESDE 1870 SE HABÍA CELEBRADO A LA VIRGEN DE LA CARIDAD, SU FIESTA FUE SUSPENDIDA POR PANDEMÍA
Este mediodía, la comunidad de Huamantla, experimentó sentimientos encontrados, por un lado el júbilo al escuchar las campanas que anuncian la celebración religiosa de la Virgen de la Caridad y por otro lado la nostalgia de un pueblo de gran fe que cada año tapiza la ciudad con flores y aserrín, en sus majestuosas alfombras y tapetes de arte efímero, y que este año no podrán elaborar por la emergencia sanitaria.
En un hecho sin precedentes, suspende esta fiesta que se venía realizando de manera ininterrumpida desde hace 150 años.
Hace varias
semanas, el alcalde de Huamantla Jorge Sánchez Jasso y el párroco de la
Basílica de Nuestra Señora de la Caridad, Raymundo Muñoz Paredes anunciaron que
tanto los eventos de la feria profana, como los actos religiosos serán
cancelados este año para evitar una propagación mayor del Covid-19, con lo que
se prioriza la salud y la vida de los habitantes de Huamantla, así como de
todos los visitantes que arriban cada año al municipio que goza de una
tradición reconocida a nivel mundial por la calidad de sus eventos, culturales,
artísticos, deportivos, taurinos y en particular la confección de alfombras de
arte efímero en el atrio y los más de siete kilómetros de tapetes en "La
Noche que Nadie Duerme".
Esta celebración conocida como “La Noche que Nadie Duerme” recibe anualmente unos 350 mil
visitantes y debido a su majestuosidad, el Gobierno de la República le otorgó a
Huamantla el título de “Pueblo Mágico” en el año 2007.
Este año, sonaron las campanas, pero en este 2020 no anunciarán la confección de alfombras y tapetes de aserrín y flores, como en años anteriores durante todo el mes de agosto en el atrio de la Basílica y para la fiesta mayor del 14 al 15 de agosto, elaborados por los maestros alfombristas y los habitantes del municipio.