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A TÍ LUCHADORA INCANSABLE



A ti luchadora incansable…

“Si lo busco y lo encuentro ¿qué te hago?”; “¿Ahora te mandas solo?”; “Pero vas a ver cuando lleguemos a la casa”; “Cuando tengas a tus hijos te vas a acordar de mí”; “¿Por qué? Porque soy su madre…” En quién de nosotros no ha hecho eco alguna de estas expresiones de la típica madre mexicana; ya sea en la infancia, la adolescencia o en nuestra etapa adulta, mamá siempre tendrá una frase memorable qué decir.
            Apreciables lectores de Telemedios.mx, con el gusto de siempre les escribo, y en esta ocasión para hacer un merecido reconocimiento y homenaje a aquellas mujeres que, a pesar de los obstáculos que muchas veces se presentan en la vida, son luchadoras incansables como lo dice la canción de Denisse de Kalafe: las madres.
             Haciendo referencia una vez más a las redes sociales, el papel de la madre trabajadora y luchadora por el bienestar de sus hijos se ha tergiversado e incluso ha sido objeto de críticas y burlas por muchos usuarios del entramado cibernético; así, muchas de ellas han sido señaladas e incluso sobajadas usando el mote de luchonas.
             No obstante, quienes fuimos criados bajo esas condiciones en las que nuestra madre no sólo debía de tener la comida lista o la casa limpia, sino que debía ser responsable en las cuestiones laborales e incluso olvidarse de los pocos o muchos logros que sus hijos pudieran tener dentro y fuera escuela, somos testigos de que esa lucha valió y mucho la pena, pues reconocemos en esos sacrificios y esfuerzos múltiples el camino que se preparó para que pudiéramos recibir la mejor herencia que cualquier hijo o hija pudiera recibir, una formación excepcional y una educación académica labrada a base de esfuerzo y de sacrificios.
             Ahora bien, las luchonas, aquel apelativo que tomó gran fuerza en 2016 para referirse a la madres jóvenes, solteras e incluso señaladas como irresponsables de la educación de sus “bendiciones”; ha hecho que esa idea de la madre trabajadora y que cumple la doble función de ser miembro fundamental de una familia y además elemento fuerte dentro del campo laboral, vaya tornándose más que como un motivo de orgullo como una razón de mofa.
             Es así que surge en mí la imperante necesidad de dejar de lado esos claroscuros que ha adquirido la figura materna actual para hacer un franco agradecimiento a todas aquellas mujeres que, a pesar de lo compulsivo y vertiginoso de este siglo XXI, siguen cumpliendo un sinnúmero de roles dentro y fuera de su hogar: de esposas, de compañeras, de trabajadoras, de emprendedoras, de amigas, de consejeras, de hijas y sobre todo de MADRES.
             Aprovecho especialmente en esta ocasión el espacio que tengo en este medio para reconocer la labor que hizo en mí y mis hermanos mi madre: Gracias mamá, porque aunque algunos juzguen la dureza y firmeza de tu carácter, eso fue lo que hizo que tuvieras cuatro hijos profesionistas; gracias por las noches de desvelos a nuestro lado pues hicieron que nunca dejáramos de lado ninguna tarea pendiente; gracias porque a pesar de nuestra edad, tu consejo y tus palabras siempre serán fundamentales para que tomemos buenas decisiones en lo que emprendamos; y sobre todo gracias porque sin ti no seríamos lo que somos ni estaríamos en el lugar en que estamos.   
             Muchas felicidades por adelantado a todas las madres en su día; a quienes tenemos el alto privilegio de contar con ellas hay que vivir y disfrutar al máximo su compañía; y para quienes han sufrido su pérdida, que los recuerdos que habitan en sus corazones sean el mejor tributo y la mejor manera de mantener vivo su recuerdo. ¡Hasta la próxima!

AUTOR: Profr. Julio César Sánchez Carvajal