DE CERA Y ESCALOFRÍOS
Por: Niño de la Verónica.
¡Que tal amigos! Los saludo con el
gusto de estar en éste espacio y a través de él llegar hasta ustedes, recuerden
que es un espacio abierto y poder mantener el contacto a través de la página de
Telemedios Mx, siempre atento a sus comentarios.
Vámonos de lleno con la actualidad
taurina, terminó la feria de abril en Sevilla, una de las más polémicas de los
últimos años, algunos aficionados decantados por ser toristas y otros por los
toreros.
Últimamente se ha hecho común la frase de “el toro para Sevilla” que
algunos se han auto nombrado voceros del público y decir que el toro de Sevilla
es un toro más bajo y con caja, con lo que muchos aficionados no están de
acuerdo, muchos aficionados prefieren un toro con más trapío que el que ha
salido en las últimas temporadas en la Real Maestranza. Lo mismo que nos pasa
en México pasa en la madre patria, el común denominador los matadores que
imponen las mismas ganaderías en cualquier corrida o feria en las que se hacen presentes.
Hace ya algunos años que un ganadero,
Don Mariano Cifuentes “cerró” su ganadería y mandó todas su reses al matadero,
muchos lamentamos esto, pero pocos entendimos el porque tan drástica decisión.
Don Mariano explicaba que no tenía caso vender vientres o sementales a algún
otro ganadero, porque en la actualidad en la península ibérica prácticamente
nadie torea el encaste Santa Coloma que era lo más puro que se manejaba en la
ganadería de Coquilla. Hace años sucedió esto y Don Mariano no sé equivocó,
porque en la actualidad las “figuras” difícilmente salen del encaste Domecq.
En
estos tiempos sería, no difícil, sino imposible ver a Ponce, Juli, Talavante,
Manzanares, Morante, Marín o alguna otra figura torear algo de la legendaria camada
de Miura, no olvidemos que al más grande, una verdadera leyenda que la multitud
aclamaba como “Manolete” lo mató precisamente un Miura, fue eso y la grandeza
de su toreo lo que lo convirtieron en lo que un siglo después sigue siendo, el
más grande.
Hace poco platicaba con un amigo,
sobre que todos los toros por muy chicos, muy pastueños o sosos tienen su
peligro, que incluso hay vacas que son famosas por haber dado cornadas mortales.
Y que cualquiera sea quien sea que se ponga delante de un toro merece nuestra
admiración y respeto. Pero aquí alguien que también merece un respeto es el
público, ojalá podamos como público ver más variedad en los encastes, en las
ganaderías y en los matadores. Antes los maestros, las figuras, buscaban
alternar con su rival, con el que podía hacerlo sacar lo mejor de sí y de su
toreo.
Recuerdo cuando “El Pana” en su tan
recordada tarde de despedida después del triunfo a través de las cámaras retó
públicamente a dos grandes, al maestro “Zotoluco” y al maestro Rafael Ortega. Por
eso “El Pana” terminó sus días siendo figura, porque siempre buscó engrandecer
la fiesta, toreando todo lo que le pusieran en frente y acartelado con quién
fuera. Aún recuerdo esos agarrones que se dió con la figura de ese momento que
fue Arturo Macías “El Cejas” y que las plazas donde se paraban rugían por la
euforia y la pasión que generaban ambos espadas. ¡Que tiempos aquellos!.
Mis queridos amigos, ustedes
disculparán si divagué, pero un recuerdo lleva a otro y la melancolía que
generan los tiempos añejos es incontenible. Me despido con un abrazo enorme y
quedando emplazados para la próxima semana.
“Clásico es lo que no se puede hacer mejor”.
Rafael “Er Gallo”.