PRE CAMPAÑAS PRESIDENCIALES
Pre-campañas presidenciales: “entre
azul y buenas noches”
Nos
encontramos en plena “inter-campaña”, período de silencio para los candidatos a
la presidencia de la República y lapso de tiempo en el que se habrá de aprobar
y acordar el financiamiento público para gastos de campaña entre las
candidaturas independientes.
Apreciados lectores de
“Telemedios.mx”, acabamos de vivir las precampañas presidenciales sin mayores
novedades; mucho de lo mismo por parte de los políticos y pocas propuestas
innovadoras y reales que hagan a la gente, como ustedes y como yo, volver a
creer en aquellos personajes que se postulan para obtener algún cargo público
de elección popular.
Para iniciar, este tiempo de precampañas
bien pudo llamarse “Campañas Presidenciales Parte Uno”, pues ninguno de los precandidatos en ese entonces midió
fuerzas -por así decirlo-, con otros contrincantes de su mismo partido o
coalición. Tanto en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como en el Movimiento
de Regeneración Nacional (MORENA) ya estaba claro quién sería el elegido. Todo estaba definido excepto en
el Frente Ciudadano por México, ahora coalición Por México al Frente, pues aún
sonaban fuertes tanto el ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle como el
actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Miguel Ángel Mancera y quien
finalmente salió airoso de esa lucha de poder fue Ricardo Anaya.
En la conformación de las
coaliciones y posterior unción de los
precandidatos, todos fuimos testigos de actos de simulación: asambleas hechas a
modo, acarreados, militantes de todos colores y sabores, discursos, ataques,
etc., nada novedoso.
Por un lado, comenzó a foguearse y a
atraer los reflectores el precandidato del Partido Revolucionario
Institucional, un personaje aparentemente sacado de la manga del presidente
Enrique Peña Nieto, cuyo mayor mérito fue abanderarse siendo un “ciudadano” con
aspiraciones para alcanzar el desarrollo que el país requiere a través de su
indiscutible preparación y experiencia en cargos públicos, esto a través de
darle continuidad al actual gobierno.
Parecía que el señor Meade empezaba a despegar
y fuerte; sin embargo, desde mi percepción, fue desinflándose cual globo de
helio, si acaso tuvo un despunte fue gracias a su mujer previo a la Nochebuena
2017. Hasta el día de hoy, desde mi particular punto de vista, veo esta campaña
estancada y sosa; de no ser por el troleo a Tatiana Clouthier con el #YoMero y
por las declaraciones y participaciones en medios del líder príista Enrique Ochoa,
de su coordinador Aurelio Nuño y de su vocero Javier Lozano, esta precampaña
hubiera pasado sin más pena ni gloria.
Por su parte, Ricardo Anaya resultó ser el más
astuto, sino es que el más mañoso y tramposo en las precampañas, pues logró
quitarse poco a poco del camino a sus colegas que aspiraban a obtener el lugar
que ahora él tiene como candidato de Por
México al Frente. Evidentemente hizo que su partido se fracturara; sin
embargo, se vislumbra, de manera no muy clara, que las figuras destacadas de
los tres partidos que lo arropan están en aparente calma con negociaciones bien
logradas.
Pareciera que el joven Anaya, o el chavorruco
como lo llama Yeidckol Polevnsky, tuvo, tiene y tendrá “de chile de mole y de dulce” en la campaña; ha propuesto subir
salarios, se vislumbra yéndose con todo en contra del presidente estadounidense
Donald Trump con su excelente manejo del inglés, pretende sopesar un gobierno
que emanaría de la derecha pero que no trastocaría lo logrado por los gobiernos
de la izquierda con los cuales ha hecho alianza. Lo hemos visto en múltiples
facetas, desde un intento de rockero hasta siendo un acróbata que vuela por los
aires, todo con tal de atraer la mirada pública del electorado. Por cierto,
algo de lo rescatable en esta coalición fue el poder viral que les dio el niño
Yawi con su movimiento naranja.
Y finalmente tenemos a Andrés Manuel López
Obrador, quien con 2 campañas electorales presidenciales de respaldo, llega
como puntero aparente y como candidato incuestionable por MORENA y su coalición
Juntos Haremos Historia junto con el
PES y el PT.
Parecía que la campaña de Andrés Manuel pintaba
muy bien, él se mostraba cauto y menos irreverente en sus declaraciones y
actuar; sin embargo, sus decisiones y declaraciones sobre todo a partir de este
2018 han dejado mucho que desear y buena parte de su electorado entra en duda
ante las determinaciones que ha tomado últimamente el Peje.
De inicio, han sido duramente criticadas las
candidaturas que se han dado a personajes públicos como Sergio Mayer o el
futbolista Cuauhtémoc Blanco, quienes con nula preparación para un cargo
público y sólo por el arrastre que pudieran tener por ser “figuras públicas” se
les ha encomendado esa tarea, cayendo en la misma dinámica que el priismo con
Carmen Salinas, que en su momento fue duramente señalado por los
pro-obradoristas.
Pero las cosas no se quedaron así, López
Obrador en su afán misericordioso y
de revindicar a las personas que alguna vez no comulgaron con él, estrechó la
mano a Gabriela Cuevas, una de sus principales detractoras dentro del PAN y cuya
carrera no ha destacado precisamente por sus logros legislativos.
Y para rematar con los tropiezos de Andrés
Manuel está la decisión de darle una candidatura plurinominal al ex líder
minero Napoleón Gómez Urrutia, acusado de corrupción y exiliado del país por la
misma razón.
Todas estas decisiones han hecho que los bonos
de Andrés Manuel López Obrador hayan bajado considerablemente al final de la
precampaña entre sus seguidores que le respaldan pero sin aquella fe ciega, y ahora
éstos se cuestionan el por qué aceptar a esos personajes que pertenecían a la mafia del poder y que cada vez engrosan
más las filas de MORENA. Sin duda, el peor enemigo de López Obrador es el mismo
López Obrador.
Como verán queridos lectores, nuestro panorama
electoral no es nada alentador y es escasamente propositivo, habrá que pensar
detenidamente en lo que nos ofertan estos personajes posteriormente y veremos
que traen consigo los “independientes” cuando se unan a las campañas de manera
formal, pues hasta este momento no figuran ni como extras ni mucho menos como personajes secundarios en esta puesta en
escena de la polaca mexicana. Nos leemos en dos semanas.
AUTOR: Profr. Julio César Sánchez
Carvajal.